martes, 25 de marzo de 2014

El verdadero amor

Navegando por Internet me encontré la siguiente historia, de autor desconocido, que me hizo reflexionar mucho: Una enfermera recibió en la clínica a un hombre de cierta edad que necesitaba que le curasen una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y, mientras le curaba, la enfermera le preguntó qué era aquello tan urgente que tenía que hacer. El hombre le contó que su mujer vivía desde hacía ya algún tiempo en una residencia de ancianos, ya que tenía un Alzehimer muy fuerte, y él iba todas las mañanas a desayunar con ella.

        Mientras le terminaba de vendar la herida, la enfermera preguntó: – ¿Su esposa se alarmaría mucho si usted llega tarde esta mañana? –. –No– respondió el hombre–, mi mujer no sabe quién soy. Hace cinco años que ya no me reconoce–. La enfermera, algo extrañada, le dijo: –Entonces, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas? –. El hombre sonrió y le dijo: –Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella–. Después la historia terminaba con esta hermosa reflexión: “El verdadero amor no se reduce a lo físico o a lo romántico; el verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya nunca podrá ser”.

        Se ha idealizado tanto y se ha manipulado tanto el amor en nuestros días que hemos hecho de él una caricatura y ya no sabemos qué es el verdadero amor. Pienso que un momento maravilloso para poder descubrir este amor es el noviazgo; pero, desgraciadamente, muchos jóvenes no tienen la menor idea de lo que esta palabra significa. Algunas parejas reducen su noviazgo al binomio pelea-reconciliación. Discuten, muchas veces por pequeñas cosas que podrían solucionarse con un poco más de diálogo y también de madurez; se separan y luego se vuelven a reconciliar… y así se la pasan y se les pasan los meses y hasta los años. Un buen día se casan, y ¡oh, sorpresa! “mientras fuimos novios él (o ella) no era así”. Probablemente sí era así, pero no hubo tiempo de noviazgo real para comprobarlo.

La clave es el noviazgo Y es que el noviazgo tendría que ser realmente una escuela de amor. La escuela en la que dos jóvenes se conocen a fondo y aprenden a amarse de veras, a desprenderse de sí mismos para darse al otro y dar vida a otros, sus futuros hijos. Podemos casi decir que de un buen noviazgo depende un buen matrimonio. Quizás alguna persona leyendo este artículo podría decir “pues yo tuve un noviazgo muy corto y ya llevo muchos años casada”… Y no tengo nada que discutirle, pues un buen noviazgo no es cuestión de tiempo, sino de “calidad”. Yo he conocido alguna pareja con diez años de noviazgo y uno de matrimonio… ¿Qué pasó? ¿En qué se fueron esos diez años?
        La calidad de un buen noviazgo consiste en ser sinceros el uno con el otro, en aprender a donarse mutuamente, en aprender a ceder, a compartir los gustos del otro, a conocerse mutuamente y aceptarse. Efectivamente el amor verdadero, como decía al inicio, no se reduce a lo físico o a lo romántico. No es cuestión de que él sea un adonis y ella una afrodita, pues sino, ¿qué sucederá con el paso de los años?

 

 

 

 

El verdadero amor es:

La aceptación de todo lo que el otro es: 
        Para aceptar a la otra persona tal como es, se necesita conocerla realmente. El conocimiento de otra persona se logra a través del trato frecuente; y por trato no entiendo el mero hecho de estar juntos, pues si así fuera, estaría en grado de conocer al conductor del autobús 33 que pasa por mi casa y que tomo con frecuencia… Hablo de un conocimiento profundo, de un compartir pensamientos, ideas, sentimientos… ¿qué piensas de esto?, ¿cómo te gustan este tipo de cosas?, ¿qué significa esto para ti? Conocer a una persona se logra a través de la escucha. Escuchar al otro con interés, con atención, sin estar más pendiente de si el camarero derramará el líquido cuando me sirva que de las palabras de mi acompañante.

        Cuando se da este conocimiento profundo de la persona, puedo llegar a aceptar todo lo que el otro es. Puedo aceptar sus repentinos disgustos y enfados porque entiendo qué los provoca; puedo aceptar su mal humor en las mañanas o cuando regresa de la oficina, porque sé de dónde vienen; puedo comprender que él necesite momentos de silencio o de estar solo… en fin, puedo aceptarlo tal como es.

La aceptación de todo lo que el otro ha sido: 
         Un noviazgo con una persona inicia en un momento determinado; pero antes de ese momento, ha habido otros momentos que han estado llenos de experiencias, de alegrías, de tristezas, de errores y aciertos, y que no pueden ser ignorados porque forman y son parte de la persona que tengo delante. Es verdad que el pasado no determina, pero sí configura. En las conversaciones entre los novios debería ir saliendo poco a poco la propia historia contada con sinceridad y sin miedos. No olvidemos que el verdadero amor es capaz de perdonar y de olvidar.

        Conocer el pasado ayuda también para ver qué pasos se pueden dar juntos hacia el futuro, donde la carga ya no la lleva uno solo sino los dos. Cuántos matrimonios se han roto al iniciar con las palabras “yo no sabía…”. El miedo a perder a una persona no nos puede llevar a engañarla, pues por una parte le estaremos haciendo un gran daño, y, por otra, si al contarle algo nos abandona quiere decir que su amor no era tan grande y, quizás, tampoco tan auténtico.

La aceptación de todo lo que el otro será:
         Si el novio es estudiante de medicina, debo saber que me casaré con el hospital; que habrá días y noches en que él estará ausente, que quizás los temas de conversación girarán en torno a la salud y la enfermedad “de otros”, que llegará cansado y de mal humor para salir a cenar, etc. Me caso con un hombre, es verdad, pero que tiene una profesión, unos amigos a los que les gusta mucho la cerveza y ver el fútbol, una familia que le habla demasiado seguido por teléfono y que quieren que vaya a su casa con más frecuencia… Se solía decir que los niños nacían con un pan debajo del brazo…; el que se casa, además de un marido o una mujer, se lleva un baúl de sorpresas. Pero todas ellas ya quedaron pensadas y ponderadas durante el noviazgo. Ya hubo diálogo y conversaciones sobre ello, ya hubo acuerdos basados sobre la realidad de lo que los dos somos capaces de hacer y de renunciar.

La aceptación de todo lo que el otro ya no podrá ser: 
         Quizás sea éste el punto más interesante. El noviazgo debe ser realista. El verdadero amor es ilusionado, pero no ilusorio. Cuántas veces nos podemos topar con quienes dicen “él es así, pero yo lo voy a cambiar”… Sueños inconsistentes que echan a perder la felicidad de muchos. Según los expertos, es más fácil aprender nuevos comportamientos cuando somos pequeños que cuando somos grandes. El noviazgo no es una excepción. No podemos pasar la vida esperando que él o ella sean diferentes; a veces, después de mucho tiempo se llega a descubrir que él no estuvo nunca dispuesto a cambiar o que, simplemente, no sabía que ella deseaba que cambiara.

        Acepto y quiero lo que él o ella son ahora, en este momento, en cada momento, pues no puedo asegurar que mañana sea igual. Quizás mañana habrá unas canas de más, unas arrugas de más, una enfermedad, una pérdida de empleo… Pero nada de eso puede cambiar el verdadero amor, porque yo amo en ti lo que tú eres, lo más profundo de ti mismo, esa intimidad que sólo conocemos y compartimos tú y yo. Ese es el amor que permite seguir amando aun cuando ella no sabe quién soy yo, pero yo sé todavía muy bien quién es ella.

Hay demasiadas cosas :/

Hay diez centímetros de silencio entre tus manos
y mis manos una frontera de palabras no dichas entre
tus labios y mis labios y algo que brilla de triste
entre tus ojos y mis ojos.

Ve sé Feliz

Ve sé feliz
si me extrañas y yo te extraño quizás volveremos
a estar juntos. Si, por el contrario, esto se trata
del final gracias por tus sonrisas, tus caricias, tus
abrazos, tus besos y tu apoyo. Para mí esto no fue
en vano; te agradezco a ti y a la vida por habernos permitido
escribir esta historia, con comas, interrogantes, exclamaciones e incluso con puntos, algunos suspensivos
y éste punto y final.

lunes, 24 de marzo de 2014

Un Cuadro


Había una pareja que tenía una niña. Ellos nunca le habían hablado de temas de religión ni de Dios, pues lo menospreciaban, pensaban que no era algo importante para su educación. Había muchas otras cosas más interesantes en las que pensar que en esas tonterías del cristianismo. Al menos, eso es lo que pensaban ambos.

Una noche, cuando la niña tenía sólo cinco años, vivió un cuadro trágico que a nadie deseo: Sus padres pelearon acaloradamente (algo que por desgracia pasaba en aquella vivienda con demasiada frecuencia) De repente, en el ardor de la furia, el padre tomó un cuchillo que había sobre la mesa y... Puedes imaginar qué pasó, justo en el corazón.

La pareja no se habían dado cuenta que la pequeña, asustada por el griterío, se había levantado y estaba presenciando escondida tras el quicio de una puerta, asustada, todo lo que ocurría.

El padre, aún sin darse cuenta de que su quebradiza pequeña los estaba viendo, consumido por la terrible angustia y la desesperación por lo que acababa de hacer, decidió poner fin a su propia vida, totalmente enajenado; no pensó ni tan solo un instante, y con la misma rapidez con la que había apuñalado a su esposa, lo hizo consigo sí mismo.

La pequeña lo vio todo, sin pestañear.

La niña fue enviada a un hogar adoptivo, y pronto encontró a una familia que se ofreció a regalarle un nuevo hogar. Sus nuevos padres no eran muy practicantes de ninguna religión, pero creían en ese Dios del que la niña nada sabía. Por eso cierto día, decidieron remediar la situación, y llevaron a la niña a una iglesia católica, para enseñarle las figuras y cuadros que allí había, pensando que quizás esto ayudaría a la niña a entender con más claridad acerca de ese Dios a quien no conocía.

Mientras miraban por el templo, y explicaban acerca de quién era Jesucristo a la pequeña, se toparon en un rincón con un cuadro que los mismos padres jamás habían visto en aquel lugar, pero les impresionó que no era uno de esos cuadros en los que Jesús estaba todo ensangrentado, sino que el lienzo irradiaba amor y alegría, era especial, distinto de todo lo que le rodeaba. Pensando que sería un buen ejemplo para hablarle a la niña acerca del Dios hecho hombre, señalaron al cuadro y le preguntaron a su nueva hijita:

- ¿Sabes quién es Él?
- Claro que sí –dijo la niñita casi sin pensar. Ese es el hombre que me abrazaba la noche que mis padres murieron...

Así es :)

Cuando realmente Amas a alguien
la edad, el peso, la distancia y la altura
Son simplemente números.

Pero cuando la veas con otro Cállate

Ponla celosa, hazla llorar, rompele el
corazón, no la busques, se duro con ella,
pero cuando la veas con otro de la mano,
CÁLLATE.

'Historia de Amor'... ¡Dos Jovenes Enamorados! (ړײ)


Esta es la historia de una chica de solo 15 años que habitaba en un pueblito de pocas personas donde todo era luz, donde todos se conocían, donde las flores se encontraban en cada jardín, donde los pájaros parecían cantarle al cielo…. Sus ojos verdes, su bello cuerpo, sus cabellos negros, eran apreciados por cada persona de aquel pueblo.Esta joven sufría una enfermedad mortal y sabia que tarde o temprano se iría de este mundo…
Una tarde fría de invierno mientras la joven caminaba por su cuadra, vio llegar un automóvil, Estaciono a solo metros de su casa , descendió una mujer y le dijo…
– Buen día seremos tus nuevos vecinos La chica contenta de tener unos nuevos vecinos los guió con su mano hacia la casa .. Del auto bajaron 2 personas adultas a descargar el equipaje y luego de la parte trasera descendió un joven que tenia una mirada de felicidad y una sonrisa que podía contagiar a cualquier persona que lo mirase.. En ese instante la chica lo miro y el joven a ella, los dos se miraron por unos segundos y sonrieron.
La chica volvió a su casa, almorzó y salio con sus amigas a caminar por la gran plaza que había en el pueblo, les contó que tenia vecinos nuevos muy simpáticos, sus amigas le preguntaron si había algún chico en esa familia recién llegada y ella le contesto que si y que solo con verlo su día se llenó de alegría .Sus amigas se dijeron algo al oído y luego la despidieron porque se les hacia tarde para volver a sus casas.
La jovencita regreso, ayudo a su madre a realizar las tareas del hogar, ceno y se quedo dormida junto a la chimenea de su casa... Al día siguiente cuando los pájaros resonaban en su ventana y la luz del sol penetraba en sus ojos la chica despertó, se coloco su mejor ropa y salio muy temprano a caminar por su cuadra…
Al salir de su casa vio nuevamente a su nuevo vecino , poniéndose colorada le dijo “hola” y el chico le respondió “buen día” me gustaría ser tu amigo .. Muy contenta sonrió y le dijo “a mi también me gustaría”… El chico comenzó a contarle que vivía en una gran ciudad donde todo el mundo vive acelerado, donde las sirenas son más comunes, y los humos de las fábricas sos cosas de todos los días.
Luego de varios minutos hablando, la chica tímidamente le pregunto ¿te gusta tu nuevo y sencillo pueblo? el chico sonrió y le contesto – claro que me gusta , todo es tan bello , el despertar de las mañanas acompañado por los pájaros que cantan sin parar y la alegría de la gente que parece estar tan feliz… La chica le dijo hasta pronto y sin esperar su respuesta salio corriendo a contarles a sus amigas que tenia un nuevo y encantador amigo…
Las chicas envidiosas le dijeron si se lo presentaban y ella les dijo mas adelante .. Pasaron días, meses, Se habían convertido en los mejores amigos, compartían sus secretos, salían a pasear juntos todo los unía cada día que pasaba.


Un día la joven se prepuso contarle su enfermedad, se dirigió a la casa del chico lo llamo y en su vereda le dijo, sabes, nose cuando ni donde pero tarde o tempranoVoy a morir, el chico asustado le dijo porque dices eso? – Y ella respondió – porque sufro de una enfermedad que no tiene cura y es mortal,

Cayeron miles de lágrimas del chico y lleno de nostalgia la abrazo tan pero tan fuerte que parecía aficciarla. Los dos jóvenes llorando se dijeron te quiero y se fueron cada uno hacia sus casas.
 Los días pasaban, y cada momento que vivían seria un recuerdo más de sus vidas El chico sabía que el día que la pierda, perdería junto con ella su felicidad, y no podría vivir mas pensando en esa personita tan humilde y que tanto quería…… Transcurrieron 2 años y los chicos con 17 años cada uno estaban muy enamorados, el la pasaba a buscar cada día por su casa y juntos caminaban por un sendero lleno rosas todas las mañanas.
La timidez de ambos todavía existía pero poco a poco iría desapareciendo.Sus amigas llegaron a traicionarla, le dijeron al chico que ella lo usaba para poder entretenerse, el chico era fuerte y no creía en palabras de personas ajenas que no tenían sentido, el sabía que ya existía la envidia entre ellas…

 
Los 2 chicos se veían todos los días y juntos compartían los mejores momentos, Nunca habían sido tan felices, estaban comenzando a ser el uno para el otro y a sentir la pequeña palabra que tanto significa y es “amor” El chico quería ser algo mas que un amigo pero la timidez lo vencía y tenia miedo que si se lo decía, ella lo tomaría mal o se enojaría y nunca mas le volvería a hablar o a que el trato entre los dos ya no sea el mismo que antes.

Entonces lo pensó bien y espero una semana mas, contó los días con mucho entusiasmo y cuando parecía llegar el momento, vistió su mejor ropa, cortó unos bellos claveles de su jardín y los coloco bajo su brazo para dárselos antes del momento de hacerle la propuesta de ser algo más que un amigo, de ser simplemente su novio.
Salió de su casa, camino unos pocos pasos y entro en la casa de la joven,Cuando estaba por golpear su puerta sintió algo en su interior que le decía que algo pasaba pero no sabia que. Golpeo, golpeo pero nadie salía de la casa, y en eso cuando todo parecía perdido salió su madre, que muy angustiada y llorando le dijo ¿a quien buscas? Y el respondió- a mi mejor amiga, La madre casi sin palabras le contesto – mi hija “tu amiga” ya no esta, ha fallecido hoy….

El chico destruido, sintió muchísima impotencia y lleno sus ojos de lagrimas y corrió, hacia la gran plaza de aquel pueblo, Sentado junto a un árbol de naranjos, se lamentaba y no dejaba de llorar, la tristeza abundaba ya que nunca había podido hacerle la pregunta y por haber perdido a la persona más importante de su vida... Pasaron los días y el chico ya no era el mismo, no podía dormir no salía a la calle, vivía llorando y lamentándose…








Una mañana calurosa de diciembre el chico fue a la casa de su mejor amiga fallecida y encontró en un pequeño rinconcito de la puerta un papelito que decía , “ quiero ser tu novia , quiero ser algo mas que una amiga , gracias a ti he sido la persona mas feliz del mundo , llegue a enamorarme ,llegue a quererte y ahora te amo y siempre te amare , tu serás el único y gran recuerdo de mi vida” El chico derramo miles y miles de lagrimas sobre el papel encontrado hasta casi desteñirlo… porque sabia que la chica había tomado la misma decisión que el , pero con su timidez nunca quiso y se animo a decirle ..
Este papelito a quedado en la memoria del chico toda su vida y gracias a eso cada día que pasa intenta superarlo y sueña con lo que habría sido, si ella todavía estuviese en este mundo junto a el………
Ahora entiende, si hay algo importante que debes decir, dilo en el momento no esperes el “mañana” tal ves ya sea demasiado tarde…