martes, 3 de diciembre de 2013

¿Cuándo se habla de amor y cuándo de sexo?


Esta pregunta es un argumento del mismo tipo de  “blanco o negro”, tomando los extremos conceptuales de un supuesto y en la mayoría de los casos, se argumenta que uno es mejor que el otro. ¿Y los grises? a juzgar por el desarrollo tan amplio que ha tenido la humanidad en los últimos tiempos, a muchas personas les encantan los tonos en gris.
El amor puede expresarse en formas variadas siendo dependiente del contexto netamente cultural, aunque de forma específica, la evolución cultural ha señalado utópicamente al amor romántico como vinculo del cual se debe derivar toda relación monógama (fidelidad mutua y exclusiva), ya sea matrimonio, unión libre, no importando cual sea el tipo de relación, siempre y cuando exista un compromiso verdadero estando o no legalizada esta unión, deberá existir un compromiso entre las partes, dando forma a la estructura social llamada familia.
La misma evolución ha dado pie al nacimiento de las expresiones sexuales o más concretamente a la liberación de nuestra parte sexual

Un tanto sometida y controlada por la sociedad en la que nos desenvolvemos, llegando a considerar malo o sucio los gustos y preferencias sexuales “diferentes” dando como resultado una subcultura la cual no está bien vista por el resto de las personas. Este grupo tiene una mentalidad abierta o al menos un poco más que el resto, por lo que tiende a ser más libre en su forma de pensamiento, no significa que sean inmorales, simplemente están más conscientes de lo que son, se encuentran en un mayor contacto de sus necesidades biológicas y emocionales, aceptándose sin temores o reproches y quizás logren descubrir la gran incógnita sobre el sexo o el amor, o quizás nadie lo logre.
Siendo el sexo uno de los términos más utilizados en nuestra sociedad, en muchas ocasiones se usa para referirse a un sinfín de situaciones y circunstancias equivocadas como sexología, sexualidad, sí bien son términos relacionados no es lo mismo, mas llanamente hablaremos de las relaciones sexuales, algo tan simple y natural causa polémica por todos lados, y es que la represión sexual pareciera ser una enfermedad que azota a la humanidad como la más terrible de las pandemias, misma que se acrecentó desde que se crearon instituciones como la iglesia, el estado y la propiedad privada,  que únicamente son un intento más de regular al ser humano a través del sexo y sus diversas variantes, llevando a considerar al sexo como impuro y un atentado en contra del amor romántico, llegando a considerar que la compaginación del sexo y el amor es prácticamente imposible.