Hay veces en que no te explicas como es que algo tan hermoso pudo acabar tan horrible. Pero después recuerdas todas aquellas veces en que tú fallaste y que él/ella te falló...
Esas veces en las que los dos sentían morir, pero no hacían nada por solucionar los problemas. Esas veces que se enojaron por cosas tan insignificantes y no hacían el esfuerzo por explicar lo sucedido. Y ahí...
Ahí es cuando te das cuenta que todo eso se fue acumulando y los dos se cansaron de tal manera que llegaron al punto de decir
"Gracias por todo, sé feliz".